Siempre me he preguntado porque dos personas en las mismas situaciones pueden actuar de formas tan contrarias, de qué depende que alguien vea la vida de cierta forma, positiva o negativamente, el vaso esta medio lleno o medio vacío, o tome ciertas actitudes ante determinada situación. Algunos ante la peor adversidad salen adelante y otros teniendo un camino libre de obstáculos no quieren caminar.
Algunos tienen talento para complicarse la vida, ahogarse en un vaso de agua, o la necesidad de encontrar la forma de sentirse mal, los que ven el vaso medio vacío. Para algunos la vida a veces es simplemente menos fácil que otras. Otros a veces logran encontrar algo que es menos difícil.
Mi camino ha sido como una carretera en reparación, por tramos no hay un solo bache, una sola curva, es un camino perfecto y en otros tramos ni siquiera hay un camino determinado, hay piedras, tierra, un puente construido a la mitad. Hasta ahorita he recorrido lo que he tenido que recorrer, incluso más de lo debido o esperado, y la carrocería está intacta, pero el interior no está en las más óptimas condiciones, pero bueno, de fábrica salió defectuoso.
Todos tenemos errores de fábrica, la genética siempre te deja algo, algunos pueden enrollar su lengua, levantar una sola ceja, pueden heredar el talento para algún deporte o alguna actividad específica, pero nadie se salva de algún defecto en el motor, los frenos, la computadora o algo en su sistema.
Podría decir que no tengo de que quejarme en cuanto a mi genética, hasta ahorita he llevado un buen camino, y aunque a veces me desvié siempre he llegado a un buen destino, pero soy de los que ven el vaso medio vacío, o bueno a veces simplemente está a la mitad y who cares si está lleno o vacío, pero entonces si me quejo de mi genética, aunque también reconozco que tengo mucho que agradecer y de que estar orgullosa.
Soy de las que se complican la vida, las que buscan una razón para estar mal, aunque al final todo siempre está bien, hasta eso tengo suerte, o de repente algo me ilumina y buscó estar bien, también llega a ser desgastante tanto esfuerzo para estar mal. Te cansas de ir curva tras curva y buscas un camino menos sinuoso, o si no hay otro camino, puedes concentrarte en el paisaje, en la música y dejar de quejarte por las curvas. Siempre hay un mejor paisaje en una sierra sinuosa que un camino recto y desértico, solo tienes que aprender a ocupar ese tiempo para disfrutarlo.
No sé qué quiero decir con todo esto, o tal vez si pero no puedo plasmarlo en palabras, en algún momento llegare a mi punto, o tal vez no.
A veces me preguntó si a lo largo de ese camino he luchado por seguir o solo camino como zombi y voy sobreviviendo. Puedo decir que he disfrutado mi vida pero como todo en ella, con cosas “complicadas”, no con las cosas simples que otros podrían disfrutar. Tal vez no son en sí complicadas, pero no son comunes, y no sé qué tan buenas han sido algunas, pero bueno, así soy y no soy común.
Pero a veces hace falta relajarse, no pensar tanto, no analizar tanto, y no tomar las cosas tan en serio, o tan a la ligera. Me gusta ser como soy, y algunos aspectos de mí no me gustaría perderlos nunca, aunque sepa que no son lo más adecuado o conveniente. Pero en algunas ocasiones o situaciones me hace falta ser diferente, me gusta no ser común, pero me gustaría poder hacer cosas comunes.
Indiferencia, inseguridad, apatía, las principales razones por las que muchas veces no las hago, a veces simplemente no las quiero hacer, otras no puedo aunque lo intente, a veces lo único que necesito es abrir la boca, pero la inseguridad no me lo permite. Es raro como algunas cosas las hago sin pensar, sin preocuparme en lo que pasará y otras no dejo de pensar y pensar en lo que puede pasar, o solo pienso demasiado en hacerlas, no dejo de pensar y nunca las hago, todo se queda en el pensamiento.
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